La estampida de aficionados que la noche del sábado dejó 12 muertos en el estadio Cuscatlán en San Salvador, durante un partido del torneo de futbol local, ha provocado sensibles traumas entre los sobrevivientes y conmoción en esa nación.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, señaló que la Policía y la Fiscalía realizan una “investigación exhaustiva” para determinar quiénes son los responsables de esta tragedia.
“Todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etcétera. Sean quienes sean los culpables, no quedarán en la impunidad”, publicó Bukele en su cuenta de Twitter.
El balance de la fatídica jornada, según el informe preliminar del director de la Policía Nacional, Mauricio Arriaza, es de nueve personas muertas dentro del estadio y tres más en los hospitales de la capital.
-Con información de La Jornada